trocha 8
Rodrigo Ramos, Chile
23 julio 2022
Trocha es una serie. Puedes leer Trocha 7 aquí.
Puerto La Cruz en Venezuela, tiene un parecido con Iquique. La semejanza es la vida en torno a la playa. La diferencia puede ser la temperatura del agua. Puerto La Cruz está en el caribe. Pero en Iquique hay más oportunidades laborales. Hay más posibilidad de desarrollar una vida tranquila. Por esta razón Víctor Luces Gonzalo y familia decidieron cruzar varios kilómetros y radicarse en Tarapacá. Aquí, dice, está tranquilo. Ya tiene un hijo chileno.
Decidimos partir en el momento justo, cuando no había tanta migración.
Víctor junto a otros emprendedores venezolanos e hindúes crearon la agrupación Manos Unidas, cuyas labores tuvieron repercusión en la prensa chilena, como en la venezolana. El periódico ariqueño El Diario les realizó una nota, de la cual Víctor se siente orgulloso.
Víctor dice que sensibilizaron al mostrar el compromiso del personal de salud en su labor. De esta manera se propusieron como agrupación entregar insumos al personal médico. Estos insumos llegaron a la persona que limpia, al personal de alimentos, a todos quienes estaban ligados a la atención en el hospital Ernesto Torres Galdames. Un gran porcentaje del personal es precisamente venezolano, por esto quedan bastante contentos con la comida típica venezolana. Todo esto se entregaba en el denominado “dulce momento”, es decir, la hora de colación. La buena onda vino de inmediato.
Marilín Martínez Díaz cumplirá en marzo, cuatro años en Iquique. Durante este tiempo ha aprendido a querer a la ciudad. Ella arribó de Venezuela para hacerse cargo de la unidad de oncología en el hospital. Al principio fue difícil, pues debió construir la unidad desde la nada. A los meses le llegó apoyo y así sucesivamente hasta la actualidad, donde la doctora reparte su tiempo entre su unidad contra el cáncer como también con la lucha ante la pandemia.
En los días más álgidos de la pandemia, cuenta, como médico internista le tocó asumir más responsabilidad ante la demanda de pacientes que llegaban al hospital.
Decidimos trabajar el doble, pues no podíamos en ese momento rechazar hacerlo. Somos médicos ante todo, aunque la incertidumbre por el avance del virus daba un poco de temor. No sabíamos de qué manera evolucionaría. Aprendimos paso a paso, porque al principio estábamos un poco desorientados. Supimos la manera de enfrentar el Covid 19 y salimos adelante. Nosotros, como médicos, tenemos una función de por vida que viene impregnada con nosotros.
La lucha de la primera línea contra el Covid 19, en el recinto hospitalario ha sido sin cuartel, y se extiende hasta hoy, donde es visible más relajo. Así recuerda los momentos más difíciles.
El cansancio mental, el agotamiento nos fue haciendo mella. Fue terrible. Los turnos muy seguidos se hicieron muy pesados. A ello hay que sumar el estrés laboral, el miedo a infectarnos. El hospital de Iquique nos apoyó y aportó todo lo necesario para protegernos. El personal sigue luchando hasta hoy.
Rememora que hubo mucha tensión, pero después vino la unión.
Ya estábamos como entregados, pero de a poco fue fluyendo el trabajo y conocimos la enfermedad. Todos los que entramos a la primera línea, lo dimos todo por Iquique y su gente. Me siento orgullosa de seguir en esto. De ayudar, apoyar, a todo el que lo necesite.
Katherine Rangel Rojas es oriunda de Maracaibo, Venezuela. Le agrada Iquique, pero no ha podido disfrutar tanto. En su calidad de especialista en Medicina Interna y Psiconeuroinmunología, los últimos meses para Katherine han sido de ocupación a tiempo completo.
Katherine Rangel habla con entusiasmo sobre una investigación que ha desarrollado en el marco de la pandemia, que califica como única en su tipo dentro del país. El trabajo está sustentado en una atención integral al paciente Covid para potenciar su inmunología. Precisamente ese proyecto lo presentó en una jornada científica que se efectuó en Montevideo.
La doctora explica que la Psiconeuroinmunología es una rama de la medicina que tiene como propósito revisar al individuo de manera integral; es decir, se trabaja en su sistema inmune y cómo organiza la defensa del organismo amenazado, en este caso por el Covid-19. La profesional subraya que involucra tres esferas que son la sicológica, inmunológica y endocrina.
Dada su experiencia en la atención de pandemia, Katherine Rangel explica que el paciente pasa por varios estados emocionales que de alguna manera afectan su inmunología. Así, el paciente llega con miedo pues no sabe a qué se expone e ignora los alcances de la enfermedad en su organismo, pues no se cuenta con la vacuna ni con un tratamiento efectivo ni preciso. En vista a lo anterior el paciente padece miedo. A la vez, cuando es ingresado a hospitalización, es aislado de sus familiares. A medida que avanzan los días el paciente se deprime. Su llanto es fácil.
Una manera de mantenerlos en contacto con sus seres queridos fue a través de Tablet, equipos que nos donaron. A través de videollamadas los pacientes podían comunicarse y reencontrarse. Esto les mejoraba el ánimo.
La serotonina es conocida como la “hormona de la felicidad”. La doctora Rangel dice que la serotonina aumenta el sistema inmune. Está presente en varios alimentos, como el cacao. De esta manera, el servicio de comida comenzó a entregar a los pacientes porciones de cacao. Otra forma de mejorar la inmunología fue aportar a los pacientes Vitamina D, que es también conocida como “la vitamina del sol”, que aumenta la inmunología. La doctora dice que en la fase de invierno en algunas regiones de Chile es escasa la Vitamina D, y esto afectaría en el aumento de las enfermedades respiratorias. Un último aspecto que trabajó la profesional es el acercamiento de los pacientes hacia la espiritualidad, asunto que tuvo buenos beneficios, más aún cuando Iquique tiene una larga tradición religiosa sustentada en la virgen de La Tirana y San Lorenzo de Tarapacá.