Odisea de un devenir: una entrevista con las realizadoras de El libro de los placeres (O Livro dos Prazeres)

Emily Lord-Kambitsch con Marcela Lordy y Deborah Osborn, EUA - Brasil

8 Marzo 2023

Muchos de los afectados por COVID-19 se han encontrado con la notable capacidad del virus para desmantelar el trabajo de los sentidos y nuestras capacidades para conectarnos con nosotros mismos, la naturaleza y los otros. En la segunda semana de mi aislamiento, encontré un gran consuelo en una película que me recordó mi capacidad para experimentar placer en la soledad y en las alegrías simples de la vida. Esa película, El libro de los placeres, abraza a su espectador en lo que la directora Marcela Lordy ha descrito como una “historia de humanización a través del desarrollo de la conciencia.” [1] Uno de sus fotogramas promocionales (Fig. 1) muestra a la protagonista Lóri deambulando por la playa antes del amanecer. Cuando vi la película por primera vez, sentí una familiaridad con este momento de la historia que presenta al océano como símbolo de autoconocimiento y autorrenovación.

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Fig. 1: Lóri en la playa, El libro de los placeres (O Livro dos Prazeres) (2020).

Adaptada de la novela de 1969 de la escritora brasileña Clarice Lispector, Uma Aprendizagem ou O Livro dos Prazeres (Un aprendizaje o El libro de las delicias), la película fue producida por Marcela Lordy (Cinematográfica Marcela) y Deborah Osborn (bigBonsai) y coproducida por Rizoma Films, República Pureza y Canal Brasil en 2020. La protagonista de la película, Lóri (Simone Spoladore), atraviesa por su agencia erótica, insatisfacción y aislamiento, y aprende a encontrar placer en la soledad y la conexión con los demás desde una perspectiva de autoconocimiento. Lóri desarrolla una relación con Ulises (Javier Drolas), un profesor de filosofía de Argentina, llamado así por el famoso héroe griego que anhela escuchar el canto mortal de las sirenas en sus viajes por mundos conocidos y desconocidos. En lo que Marcela Lordy ha descrito como “una Odisea de Homero al revés,”[2] es Lóri, llamada así por una sirena del folclore germánico, quien traspasa los límites de las mujeres provenientes de narrativas tradicionales. Ella es a la vez sirena y heroína; ella hace el viaje, a través de las profundidades de sí misma en su urgente necesidad de escuchar su voz interior y de encontrar la experiencia apasionante en el centro de su ser, antes de regresar a Ulisses, que la espera.

Como mitóloga comparativa de profesión, tenía curiosidad por escuchar a Marcela comentar sobre el simbolismo mítico de la película y sus raíces en la novela de Lispector. Tuve el privilegio de hablar con Marcela y la coproductora Deborah Osborn sobre el viaje de diez años que tomó la adaptación de la novela de Lispector para la pantalla y la expansión de las fronteras del cine femenino en Brasil a través de su adaptación de la convincente y progresista historia de Lispector sobre una mujer que atraviesa un proceso de devenir.

Emily: ¿Cuál es tu estilo narrativo y cómo se refleja en El libro de las delicias?

Marcela: Siempre me han gustado la poesía y la fotografía, por lo que hay algo sensorial en mis películas, y siempre he tratado de hablar de asuntos políticos, pero de forma poética. Mis películas son más que nada dramas psicológicos y reflexivos y ponen a las mujeres en el centro de la narrativa, en un lugar de poder e igualdad con los hombres. Creo que esto es algo que siempre estamos tratando de hacer en nuestras vidas. También hay un poco de ironía y humor en la forma en que cuento las historias, porque creo que el humor y la poesía son buenas maneras de llegar a una audiencia grande.

Emily: ¿Cuáles fueron tus prioridades al adaptar la novela Uma Aprendizagem ou Livro dos Prazeres, de Clarice Lispector, de 1969, para la pantalla hoy?

Marcela: Creo que puedes leer este libro de diferentes maneras. En un nivel, la narración es muy simple, sobre el amor en su parte romántica, en un plano horizontal, y luego tienes el plano vertical, aquellos elementos espirituales realmente profundos y trascendentales que Clarice quería enfatizar, así que la traducción de la parte vertical nos dio mucho trabajo. El libro fue escrito en 1967-68 y publicado en 1969, en medio de un período dictatorial con mucha censura, y Clarice trató de expresar el problema del lugar de las mujeres en la sociedad. En Brasil, en ese momento había una sociedad muy patriarcal, y 50 años después todavía tenemos los mismos problemas. La mentalidad de la sociedad sigue siendo sexista. Tuvimos un gobierno dictatorial en los últimos 4 años,[3] y tenemos los mismos cargos políticos limitados para las mujeres en Brasil. Además, como directora, es difícil para mí. Como productora, es difícil para Deborah. Nos tomó diez años desarrollar el guión, conseguir financiamiento, tener el espacio para hacer esta película con un tema tan femenino. Creo que Lóri es un personaje melancólico porque no se siente cómoda con su lugar en la sociedad. Quiere ser una mujer independiente, libre.

Deborah: Mi opinión es que ha mejorado. No estamos en el mismo lugar que estábamos en el 69. Todavía tenemos muchos asuntos y problemas, pero creo que las mujeres tienen más voz y autorrepresentación en la sociedad… todavía es duro, pero creo que es mejor de lo que era. El 69 fue lo que llaman los años de plomo de la dictadura militar, los peores años de la época. Y claro, con Bolsonaro fue duro, pero no es exactamente lo mismo. Las cosas han cambiado, pero todavía estamos luchando.

Marcela: Estamos en la tercera ola del feminismo en el mundo, por lo que las cosas están mejor, pero todavía tenemos problemas, especialmente en Brasil, donde hay una alta tasa de femicidios. Cuando leí el libro me dije: ‘vaya, esta mujer, Lóri, está en el proceso de conocer su autonomía, su poder‘. Es hermoso porque en las narrativas cinematográficas, las mujeres siempre son retratadas en un mal lugar, o como personajes secundarios a los masculinos.

Débora: La idea es que ella es la protagonista de su propia vida.

Fig. 2: Lóri mirando el agua, El libro de los placere (O Livro dos Prazeres) (2020).

Emily: Me interesa tu opinión acerca del significado mítico del nombre de Lóri (de Lorelai, la sirena en el folclore germánico). ¿Qué aspectos de una sirena encarna Lóri y qué simboliza para ella el elemento agua?

Marcela: La sirena simboliza dos cosas: la voz y cómo amar sin perderse a una misma, escuchando las emociones. Como sirena, Lóri seduce al hombre, pero tiene que aprender a no matar a este hombre. La voz se relaciona con su autonomía, la independencia y la comprensión de que está simplemente aprendiendo cómo convertirse en mujer. Como dice Simone de Beauvoir: ‘no naces mujer, te conviertes en una’. Creo que la trayectoria de Lóri la lleva a estar atenta a sus deseos y necesidades, y entonces puede estar en paz para estar con otra persona de igual a igual. Las sirenas en la mitología son un peligro porque tienen sabiduría, como Eva cuando toma la manzana. Hay peligro en el conocimiento de las mujeres. Lóri es una mujer profunda y temerosa de su poder. El agua, más allá del simbolismo de la purificación, es símbolo de la fertilidad, la sabiduría y la sanación de Lóri. Recorre lo más profundo de sí misma cuando se adentra en el océano, símbolo de lo femenino.

Emily: ¿Y seguramente esto se relaciona con el rol de Lóri en tanto que profesora, animando a los estudiantes a escuchar sus emociones?

Marcela: Sí, creo que está aprendiendo y necesita que los alumnos aprendan con ella. Y empieza a encontrar placer en educar a estos niños. Entonces ella no solo está conectando con el amor romántico, en su relación con Ulises, sino también con el amor incondicional, y el amor por su madre, cuyo recuerdo lleva su hermano.

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Fig. 3: Lóri y Ulises, El libro de los placeres (O Livro dos Prazeres) (2020).

Emily: Hablemos de Ulises, llamado así por el famoso héroe griego que escuchó el canto de las sirenas y sobrevivió para contarlo. Ulises, en la mitología griega, se parece al personaje de tu película: el narrador y filósofo al que le gusta el sonido de su propia voz y que es un poco díscolo. ¿Puedes referirte más a su caracterización?

Marcela: Una siempre espera que los hombres de las narraciones clásicas hagan el gran viaje y regresen a Ítaca, como Ulises, mientras su esposa Penélope los espera. Clarice [Lispector] invirtió los papeles. Ella puso a Lóri haciendo el gran viaje interior y presenta a Ulises como Penélope, esperando que Lóri conecte su alma con su mente. La sirena es también el símbolo de lo racional, cabeza humana y cuerpo animal, y Lóri necesita conectar ambas partes de sí misma para estar integrada. Ulises está completamente enamorado de ella. Él es un poco mayor y trata de mostrarle que necesita aceptar la crisis de su propio proceso. En el libro, Ulises es más un psicólogo. Él le dice qué hacer. Pero cuando hicimos la película, adaptamos esto. Es un catalizador, una parte muy importante del proceso de Lóri, pero no es el único involucrado. Están su hermano, sus alumnos, todos los que conectan a Lóri con el mundo. Lóri también tiene que aprender a disfrutar de lo ordinario, de lo cotidiano; por ejemplo, arreglando su frutero, que en la novela de Clarice es símbolo de lo efímero. Creo que Ulises está tratando de mostrarle cómo estar bien consigo misma, aceptar la soledad y estar en paz con lo común.

Emily: La película está bellamente filmada. Me encantaría escuchar sobre los aspectos estéticos de los que te sientes más orgullosa y cómo apoyan los temas centrales de la película.

Marcela: Veo el departamento de Lóri como un acuario, una pecera. Está atrapada dentro de este departamento y a través de las ventanas puede ver el océano llamándola, como una sirena. Me gusta esto, es como la geografía de la película. Y también la cámara, al principio la tenía muy cerca de su cuerpo, para que pudiéramos sentir su angustia junto a ella. A medida que avanza la película, Lóri se encuentra con el mundo fuera del acuario, en espacios más grandes, al aire libre. El trabajo de cámara va desde primeros planos hasta fotogramas abiertos a medida que Lóri se conecta con la gente. Luego el ambiente es más contemplativo y sosegado a medida que avanza la película, hasta que Lóri empieza a sentir placer en sí misma, bailando, comiendo un higo…

Deborah: Puedes ver los cambios en Lóri a través del apartamento. Al principio están todas estas cajas y el colchón está en la sala de estar, como si ella no estuviera lista para vivir realmente en ningún lado. Pero luego empieza a habitarlo, a poner las cosas en orden, y pone la foto de la casa de campo de la familia, y ves su proceso de habitarse a sí misma través del apartamento.

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Fig. 4: Lóri en su departamento, El libro de los placeres (O Livro dos Prazeres) (2020).

Emily: Me interesa tu filosofía como artista. ¿Cuál crees que es la relación entre la autorrepresentación y la capacidad de vivir plenamente, vivir salvajemente y vivir una vida de amor?

Marcela: Creo que nos preocupa lo que van a pensar los demás sobre quiénes somos. Esta capacidad de vivir en plenitud es escuchar tus emociones. También hay que aceptar el misterio de la vida. No tienes que controlar todo, porque es imposible y no puedes controlar a otras personas. Necesitas estar conectada con tus emociones y estar libre de las expectativas de la sociedad. Esta, creo que es una trayectoria muy femenina, porque a nosotras desde el principio nos dan tareas específicas para crecer, como casarnos y tener un bebé.

Emily: Hablemos del diálogo final entre Lóri y Ulisses, cuando ella le pregunta: ‘¿Es el amor regalarse mutuamente nuestra propia soledad?’. Parece haber un aspecto importante o esencial de la soberanía personal que Lóri necesitaba establecer para ella misma antes de este momento. ¿Es necesario pasar por una crisis existencial para encontrar capacidades más profundas para amar?

Marcela: Es importante para aprender a ser humano. Necesitamos poder lidiar con la frustración porque no todo es bueno todo el tiempo; necesitamos estas pequeñas muertes. La muerte es parte de la vida. A veces estamos en el mundo de la ilusión de que vamos a encontrar nuestra otra mitad y ser felices, como en los cuentos de hadas. Es difícil lidiar con el otro, con las diferencias, pero hay que aceptar lo diferente. Y no hay nada más íntimo y hermoso que el silencio, estar callado con otro humano. A veces perdemos esto; pensamos que tenemos que llenar todo con palabras, nuestra angustia y nuestra ansiedad. El silencio es parte de la vida y Lóri intenta huir de su dolor al principio. No quiere afrontarlo ni entablar relaciones con nadie, practica el sexo como una autómata, desconectada de su alma, temerosa de la conexión. Pero luego se entera de que no puede estar sola. La soledad es algo bueno, pero depende de la forma en que la enfrentes.

Emily: Hablemos del final de la película. ¿Qué significa para ti terminar con un cuadro que presenta dos puntos (:), en consonancia con el final de la novela de Lispector?

Marcela: Es como una invitación a que las mujeres ofrezcan nuevas narrativas. El libro comienza con una coma. Es muy interesante porque todo el libro es un flujo de pensamiento. Comienza con una coma, continúa con el pensamiento de Lóri de una manera muy moderna, en términos de literatura, y termina con dos puntos. La gente compra el libro y dice: ‘Vamos, le falta una página’ [risas]. Es como un disparo, un momento de quietud en la fluidez de la vida. Me gusta ver el final como una transición, una invitación: contemos otras historias.”

Emily: ¿Cuáles crees que son las historias más importantes que las mujeres deberían contar por estos días?

Marcela: Tenemos que dejar de decir que nos sentimos inferiores, que no somos lo suficientemente buenas. Necesitamos detener el síndrome del impostor. Eso es muy femenino. No, somos inteligentes, traemos vida al mundo, traemos historias, somos creativas, interesantes, fuertes. Tenemos que tratar de construir para nuestras audiencias historias que pongan a las mujeres en una posición de igualdad. No se trata de disminuir a los hombres. Independientemente del género, condición social, raza, discapacidad física; – lo más importante es que las personas se sientan iguales y libres. Mi próxima película, un guión original, trata de la escucha del otro, y me gustaría desarrollar un tercer trabajo con un escenario en el que se da un abuso de poder. Es importante defender y proteger a aquella persona que no se siente capaz. ¡Porque todos lo somos!

Emily: En interés de los lectores de nuestra revista, ¿de qué manera tu trabajo aborda el tema de los ‘espacios fronterizos’ o el cruce de fronteras, ya sea en términos de temas, géneros, medios o audiencias?

Marcela: El punto esencial es el siguiente: este es mi primer largometraje [aparte de los documentales], y también el de Deborah, entonces aprendimos cómo convertirnos en directora y productora de ficción en un proceso, un proceso de aprendizaje, como el título del libro. El libro de los placeres es un libro sobre cómo convertirse en mujer, y para mí fue un proceso de convertirme en directora. Como una sirena, encontré el tono y el poder de mi voz. Ahora estamos proyectándolo y viajando por todo el mundo. Esto es hermoso en términos del tema de los espacios fronterizos, porque estamos ofreciendo algunas preguntas universales, muy humanas.

Emily: Y ciertamente el proceso de convertirse es algo con lo que todos pueden identificarse. ¡Me alegra saber que esta película está recibiendo más atención mundial e inspirando a más mujeres a contar sus historias! Gracias por tu tiempo.

La revista estadounidense de cine Variety ha calificado El libro de los placeres como “una odisea de amor contemporánea.[4] La película ha recibido críticas favorables en publicaciones como The New York Times,[5] Crooked Marquee[6] (EUA), La Nación[7] (Argentina), Jornal de Brasília,[8] O Globo,[9] (Brasil),

y muchas otras. La película ha ganado premios y distinciones de BAFICI 2021 (Argentina), Festival Internacional de Cine de São Paulo 2020 (Brasil), Festival de Cine de Vitória 2020 (Brasil) y Festival de Cine de Vassoras (2022). Está siendo proyectada por Vitrine Films en Brasil y M-Appeal en todo el mundo, y está disponible para transmisión en Kanopy, Prime Video y otras plataformas.

[1] Lordy, Marcela. “Director’s Statement.” March 2021. bigBonsai.

[2] Lordy, Marcela. “Director’s Statement.” March 2021. bigBonsai.

[3] Marcela se refiere a la presidencia de Jair Bolsonaro (2019-2022).

[4]https://variety.com/2021/film/features/book-of-delights-marcela-lordy-m-appeal-1234933607/

[5]https://www.nytimes.com/2022/09/01/movies/the-book-of-delights-review.html

[6]https://crookedmarquee.com/vodepths-what-to-see-and-avoid-on-demand-this-week-48/

[7]https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/cine/estrenos-de-cine-el-libro-de-los-placeres-es-una-version-con-contraluces-del-texto-de-lispector-nid08122022/

[8]https://jornaldebrasilia.com.br/blogs-e-colunas/pisicanalise/o-livro-dos-prazeres-ou-da-aprendizagem/

[9]https://oglobo.globo.com/rioshow/noticia/2022/09/o-livro-dos-prazeres-inspirado-em-clarice-lispector-se-sai-melhor-quando-se-distancia-da-obra.ghtml

Marcela Lordy es directora, guionista y productora. Su producción abarca cine, televisión, teatro y artes visuales, como lo revelan sus películas Dreams of Lulu (2009), The Impassive Muse (2010), Listen to the River: A Sound Sculpture de Cildo Meireles (2012), Be What You Are (2018) y Love and the Plague (2021). Todas premiados en festivales alrededor del mundo. Para televisión, dirigió episodios de la serie infantil Julie e os Fantasmas, nominada a los premios Emmy (2012), y las series Passionais (2012) y Turma da Mônica (2022). En 2012 fundó Cinematográfica Marcela, una productora independiente de carácter cultural, con el propósito de coproducir las películas de su autoría. Con El libro de las delicias, su primer largometraje de ficción, según la revista estadounidense Variety, ella forma parte de una nueva generación de cineastas brasileñas, uno de los fenómenos actuales más interesantes del cine latinoamericano.

Nacida en São Paulo, Deborah Osborn es socia fundadora de bigBonsai y responsable de la producción creativa de proyectos de entretenimiento, que incluyen los documentales Dominguinhos y Taking Iacanga, proyectados en los festivales de documentales más importantes del mundo: IDFA, DOK Leipzig, SXSW e It’s All True –y celebrados en plataformas de transmisión como Netflix y Prime Video. Los proyectos de bigBonsai que se transmiten hoy en territorio brasileño incluyen: el largometraje El libro de los placeres; la serie documental My Life is Circus, filmada en 8 países (HBO Max), el programa de entrevistas Olhares Brasileiros (para CNN Brasil) y el podcast sobre crímenes reales Leila. El año pasado, la compañía desarrolló una cartera de proyectos bajo la tutela del cineasta británico (y ganador del Oscar) Kevin Macdonald.

* Traducción al castellano: Manuela Irarrázabal y Miguel Hernández Zambrano.