Mariposa de noche
Vicente Irarrázabal, Chile
15 abril 2021
A partir de una foto imagina una escena: una muralla blanca; él bajo la suavidad, cobijo y calidez de las sábanas, una araña blanca bajando una muralla blanca.
A partir de lo primero, piensa en un rincón oscuro, piensa que es un cliché, piensa que a pesar de ello le perturba –le molesta, se corrige.
La araña, entonces, está oculta, pero no por eso menos presente. Ahora es una mariposa de noche. Piensa que también hay fobia, pero no está seguro. Intercambia la palabra por nervio. Tiene nervio.
Piensa que si excluye a la araña –la mariposa de noche y más que nada la muralla– lo que se trasluce es apatía.
A su cama no la adjetiva, no la piensa. Es como su piel, como la piel del tobillo: nadie piensa en la piel del tobillo.
De pronto quiere hacer volver a la araña y sonríe falsamente, como montando un show para sí mismo. Se ríe a carcajadas de su apatía. Todo es silencio, nada ocurre.
La araña sale a cazar a la mariposa de noche. Ese caminar lento y acechante, ese desconcertante caminar, veloz como un rayo. Eso es la araña. Curiosamente no utiliza el verbo correr. La araña solo camina.
A partir de una foto imagina muchas cosas, dentro de las cuales resalta por culpa su apatía. Su deber es sentir pena.
De pronto no hay foto, no hay araña ni cama ni muro. De pronto hay un sarcófago y él se ríe, se ríe a carcajadas.
La foto de una araña en un muro le resulta absurda, esquiva la mirada. Hay un paisaje tras la ventana, siempre los hay, piensa. ¿O en las cárceles no?
No quiere seguir indagando en lo de las cárceles, toma con las dos manos un cubrecama que no está ahí y se cubre.
Su madre tejía a crochet, a él le gustó aprender eso. Era simple, agradable al tacto, pero de pronto todo le resulta estúpido. Se levanta, va a la cocina. El piso de baldosa explicita la desnudez de sus pies. Él piensa que sufre, pero no sabe si la sensación de ridículo surge por creer que se trata de un mero pensamiento o porque efectivamente vio una mariposa de noche rondando la luz del baño al momento de encenderla.
Él tiene la fantasía de ser la araña.
‘Mariposa de noche’ dialoga en forma de contrapunto con ‘Peces aún no pescados’, que puedes leer aquí.