La antigua época de las palabras 1
Miguel Hernández Zambrano, Venezuela-Chile
8 de julio 2021
Ya no sabíamos qué decir
las palabras no se parecían a lo que conocíamos
así que empezamos a besarnos entre todos
como una gran lava derramándose
e intentábamos así decir algo
comunicarnos
explicar que no sabíamos un nombre
una dirección
que necesitábamos tomar un trago porque el día no había sido bueno
que queríamos una taza de café en el café
que necesitábamos ver a nuestros padres y hermanos
abandonados en una tierra hecha de puro espanto en un lugar del sueño
/apenas pronunciable
pero no había caso
no nos entendíamos
no sabíamos cómo hablar
cómo dejar algo con sentido
nos fuimos olvidando de todo y andábamos por nuestras casas como insectos
/melancólicos esperando el golpe justo
o que fuese de noche y que el sueño nos hiciera añicos para borrarnos del todo
algunos tomábamos pastillas y nos abrazábamos más de la cuenta
otros solamente bebíamos
y otros estábamos encerrados tras la puerta
resignados a no hablar con nadie
a volver a ver a los mismos presidentes repitiendo la misma retórica planetaria
/del deseo planetario
(no sabemos cómo, pero parecía que lograrían seguir dando discursos con
/algún tipo de señales apenas inteligibles)
por eso empezamos a enviarnos imágenes, caras, dibujos, fotos tomadas con
/teléfonos
—acaso lo único que nos quedaba para entendernos—
y distintas clases de signos para decirnos que
después de todo
nos queríamos
a pesar de todo
aún nos queríamos
Este poema pertenece al libro inédito “La antigua época de las palabras”, en el que el lenguaje es el propio límite, algo que traza un antes y un después. Puedes ver el siguiente poema aquí.